Cantos rodados, fragmentos de roca pulidos por el mar Mediterráneo en el que nací y recogidos en sus playas como soporte para pequeños dibujos a tinta, firmados y preparados para perdurar más que yo. A modo de tatuajes sobre piedra, a modo de fósiles, a modo de pisapapeles, como amuletos, como tope para las ventanas, o para ser abandonados a su suerte de nuevo en otra playa, devueltos a su origen, perdidos para siempre confundidos entre millones de piedras. Todas las que aparecen en esta página ya viven su propia vida, así que por el momento acepto trabajos por encargo: si no encuentras lo que buscas, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través del correo: mail@victoriacontreras.com
Más imágenes e información pinchando aquí.